NOTICIAS Conozca las últimas novedades del proyecto ‘Paisajes Resilientes en la Chiquitania, Santa Cruz’

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¡Feliz Día Mundial del Agua!

22.03.2021

En el Día Mundial del Agua mostramos el papel clave del agua como conector de paisajes resilientes en la Chiquitania

Como cada año, el 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. Esta fecha nos sirve para recordar, aún más, la importancia de este líquido elemento en nuestro día a día. El agua es fuente de vida, tanto para los seres humanos como para los ecosistemas que nos rodean y el planeta en el que habitamos. Este año, la conmemoración del Día Mundial del Agua recalca lo vital que es valorar este bien preciado y escaso, ya que la forma en que valoramos el agua determina cómo se gestiona y comparte.

En Bolivia, el agua se encuentra muy amenazada por el crecimiento informal de asentamientos humanos, la tala incontrolada, las crecientes demandas de la agricultura y la industria, así como por el empeoramiento de los impactos del cambio climático, entre otros factores. La región de la Chiquitania boliviana no es una excepción, la presión sobre los recursos naturales y sus funciones ambientales están en aumento, generando serias consecuencias socio-ecológicas, especialmente para las familias indígenas y de pequeños productores.

El Proyecto “Paisajes Resilientes en la Chiquitania, Santa Cruz”, impulsado de manera conjunta por la Unión Europea, la Cooperación Alemana a través de la GIZ, y el Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz contribuye a la seguridad hídrica desde un enfoque integral de paisaje.​ De esta forma, se considera al agua como conector necesario para lograr paisajes resilientes en la región, mediante el manejo integrado de los recursos hídricos, el fomento de prácticas agropecuarias sostenibles, la restauración de áreas de alto valor de conservación y la protección de los hábitats y su biodiversidad.

En efecto, la Chiquitania cuenta con un increíble​ potencial debido a que el bosque seco chiquitano es un espacio natural único en el mundo que forma parte de corredores de conectividad biológica. Además, estas áreas boscosas concentran altos índices de humedad y constituyen importantes refugios para la fauna y flora que habita en las cuencas de los ríos Paraguá y San Martín y en la subcuenca Zapocó. Gracias a sus 3.621 especies de flora, 700 de aves y 300 de peces, que conviven en armonía con pueblos indígenas, la región chiquitana alberga una rica biodiversidad que se encuentra protegida en el 40% de su territorio.

Los bosques y el ciclo del agua representan funciones vitales para mantener el equilibrio de los ecosistemas. ​Si pasamos por alto alguno de ellos pondremos en peligro un futuro sostenible, así como el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nro. 6 —marcado por las Naciones Unidas— de agua y saneamiento para todas y todos antes de 2030. Nuestros recursos hídricos, bosque y tierra están entrelazados y por ello todos juntos debemos cuidar nuestras cuencas.