NOTICIAS Conozca las últimas novedades del proyecto ‘Paisajes Resilientes en la Chiquitania, Santa Cruz’

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Proyecto Piloto impulsa la diversificación agrícola y prácticas agroecológicas

15.03.2024

Desde el 2022, el Proyecto Paisajes Resilientes ha sido, junto a la Fundación para la Conservación del Bosque Chiquitano, los Gobiernos Autónomos Municipales de Concepción y San Ignacio de Velasco, y la Gobernación de Santa Cruz, un proyecto piloto innovador bajo el enfoque de Adaptación Basada en Ecosistemas. Este proyecto contribuye a mejorar la seguridad hídrica y la gestión sostenible de paisajes, en respuesta a los desafíos ambientales y sociales causados por el cambio climático en Bolivia.

 

Diferentes plantines de hortalizas han sido implementados en los huertos.

 

El proyecto piloto “Diversificación agrícola para la seguridad alimentaria y prácticas agroecológicas” busca diversificar la agricultura en las comunidades y unidades educativas que forman parte de las cuencas de los ríos San Martín y Paraguá, mejorando la seguridad alimentaria y calidad de vida mediante la introducción de hortalizas con prácticas en sistemas agroecológicos. Implementando acciones como la construcción de seis reservorios para la cosecha de agua, la instalación de nueve sistemas de riego para el uso eficiente del agua, y siembra de cultivos anuales como cebollín, zanahoria, cebolla, berenjena, lechuga, pepino, tomate, zapallo, entre otras; acompañado de la promoción de prácticas agroecológicas para mejorar la salud del suelo.

 

Jóven estudiante durante la cosecha de tomates.

 

La participación en ferias y espacios de comercialización de productos ecológicos también es parte integral del proyecto. En total, se llegó a 6 comunidades, 3 unidades educativas y aproximadamente 4 hectáreas, junto a un impacto indirecto potencial en más de 200 hectáreas de producción agrícola. Las capacitaciones han sido una parte crucial del proyecto, beneficiando a más de 150 personas, incluyendo estudiantes, profesores, productoras y productores. Se han abordado temas como el manejo de sistemas de riego, diseño de huertos, siembra, almacigo y trasplante, así como prácticas culturales y agroecológicas orientadas a la producción orgánica.

 

Estudiantes reciben su certificación en manejo de huertos.

 

Yuri Vildozo, Punto Focal de los Proyectos Piloto en Paisajes Resilientes, menciona que destacar el potencial para la producción de hortalizas en esta región es importante. La fuerte dependencia del mercado en los valles cruceños influye en la variabilidad de precios y disponibilidad. A pesar de la falta de tradición cultural en la producción de hortalizas, el cambio climático y la pandemia han impulsado la necesidad de medidas para adaptarse y preservar los servicios ecosistémicos. "Las comunidades y unidades educativas han podido aprender haciendo y su interés se vio reflejado en su aporte al proyecto con su mano de obra, material local y asistencia a las capacitaciones. También, el municipio ha puesto una contraparte económica, y la gobernación de Santa Cruz contribuyó a través del programa Galileo y Escuelas Resilientes. Esta iniciativa promueve un modelo integral y sostenible desde las unidades educativas hacia la comunidad para hacer frente a la crisis ambiental y el cambio climático", agrega Vildozo.

 

Este proyecto piloto “Diversificación agrícola para la seguridad alimentaria y prácticas agroecológicas” representa un paso significativo hacia la construcción de paisajes resilientes, promoviendo la adaptación basada en ecosistemas y brindando soluciones tangibles para mejorar la calidad de vida de las comunidades locales, a la vez que contribuye a la conservación del valioso bosque Chiquitano.

 

Estudiantes participan de las capacitaciones en el huerto.

 

Bolivia, especialmente el departamento de Santa Cruz, ha experimentado impactos significativos del cambio climático agravados por incendios forestales, sequías extremas y prácticas ambientales insostenibles. Por lo tanto, este tipo de iniciativas piloto tienen un potencial de escalamiento y réplica en otras comunidades de las cuencas. La región alberga el bosque Chiquitano, el más extenso y seco del mundo, destacando la necesidad de medidas urgentes para abordar la vulnerabilidad de las comunidades locales y la degradación del ecosistema.

 

Mapa de comunidades beneficiarias.